Celta de Vigo: La cantera al rescate
El celtismo lleva inmerso un buen tiempo en una pesadilla de la que no logra despertar. 18 victorias en los últimos 82 partidos de Liga evidencian que el mal momento viene de lejos, y que de alegrías en la afición vamos escasos. El mercado de fichajes, la mejor época del año para crear ilusión, resultó ser un fracaso absoluto. Pero si hay un clavo al que agarrarse, el celtismo no lo suelta por mucho que arda. El Celta del presente no emociona, pero el que está por venir sí lo hace.
Un episodio bochornoso...
Llegó el 5 de Octubre a Casa Celta, y ante la sorpresa de propios y extraños, el único movimiento que se produjo en esa última jornada de traspasos fue la salida de Álvaro Vadillo. Tras finalizar la anterior campaña, cuerpo técnico, deportivo y directiva concordaban, tras analizar lo ocurrido, en que la plantilla necesitaba un lavado de cara importante. El Celta de la 19/20 era un equipo que reunía mucha calidad técnica individual, pero carecía de desborde, potencia y velocidad por fuera, de gol y de liderazgo. De los 5-6 fichajes de los que hablaba Carlos Mouriño en su ya clásica rueda de prensa post-temporada para hacer balance sobre el año, únicamente acabaron llegando Miguel Baeza (apuesta de futuro) y Jeison Murillo cedido, que había sido un pilar del equipo. Nolito y Tapia, los otros fichajes para la temporada, ya estaban en el equipo en aquella comparecencia del presidente.
Después de acordar y reconocer las necesidades del equipo y no aplacarlas, Felipe Miñambres recogió el testigo de la cúpula para salir a escena y decir que la plantilla tiene nivel de sobra para la categoría, y que es trabajo del entrenador y de los jugadores sacar a relucir su potencial. Muchos jugadores han estado lejos de su mejor versión, sin duda, pero eso no debería impedir ver a la dirección deportiva las carencias en la planificación del equipo. Esperamos que de verdad exista autocrítica en el seno del club, y que este mercado se deba exclusivamente a la paralización por la pandemia y a los errores arrastrados de temporadas anteriores (descartes en plantilla, altos salarios con bajo rendimiento y/o contratos largos).
...y una nueva esperanza
Mientras en algunas avenidas todavía retumban los nombres de David Silva, Jony o Take Kubo, por las calles de Vigo las mejoras noticias son las que producen 4 chavales de la tierra llamados José Fontán (Vilagarcía de Arousa, 2000), Sergio Carreira (Vigo, 2000), Gabri Veiga (Porriño, 2002) y Miguel Rodríguez (Redondela, 2003). La apuesta cada vez más decidida de Óscar García con los jóvenes canteranos muestra el técnico de Sabadell no parece compartir la opinión sobre la plantilla profesional del club, y ante la falta de recursos está tirando de una de las generaciones más prometedoras de la cantera celeste.
La inversión más grande de este verano la está realizando Óscar García-Junyent, y puede que acabe pagando un precio muy alto si los resultados no acompañan pronto a las buenas sensaciones que deja, por momentos, el equipo. Hasta ahora, los chavales están respondiendo a las mil maravillas a la confianza del míster, mostrando mucha personalidad y ambición. La fragilidad estructural del equipo les acabará dando muchas oportunidades y no las van a desaprovechar, tienen nivel para aportarle cosas que no tiene al equipo desde ya.
Central zurdo que también se puede adaptar al carril izquierdo. Muy aseado con la pelota, actualmente el defensa del equipo con mejor salida de balón, hasta que se demuestre lo contrario. Tácticamente aventajado a sus 20 años, sabiendo encimar y anticiparse, siempre bien perfilado y con buena colocación, a lo que le suma mucha confianza en todo lo que hace. Se lo pondrá muy difícil a sus competidores, que por el momento parecen más hechos que él para las batallas aéreas y cuerpo a cuerpo contra delanteros fuertes.
Lateral derecho que ofrece todo lo que no tienen Mallo o Kevin. Es un jugador ligero que tiende a adueñarse de su banda, con un manejo de balón natural que le facilita jugar tanto en espacios reducidos como abiertos. Su profundidad en ataque puede ser clave en este equipo, para el que no es fácil abrir el campo y al rival. Jugar con 3 centrales le optimiza, pues sus mayores carencias hoy en día están en el apartado defensivo.
La joya de la corona. Lo tiene todo para triunfar: mentalidad, físico y calidad para regalar. Por si fuera poco, no hay otro centrocampista llegador en el equipo. Su carta de presentación contra el Barcelona fue brutal, el mismo Óscar García reconoció que fue el mejor jugador del equipo mientras le duró la gasolina. La duda con él es cuánto tardará en ganarse el puesto en el once titular.
Garra salvaje en estado puro. Es un placer ver la actitud que dispone en todo lo que hace. Miguel es un proyecto de delantero que ha destrozado varios récords de goles en su etapa como jugador del filial celeste (a día de hoy sigue siendo juvenil y menor de edad). De momento, Óscar está muy lejos de otorgarle la responsabilidad de ser el 9, pero se abraza a su potencia física y atrevimiento para que aporte profundidad y pegada por el sector izquierdo.
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