¡Oh capitán, mi capitán!

Dueño del tiempo y del espacio con el balón, Andrés ha dominado también los tiempos en su despedida. Difícil decisión la del manchego, reconocida por él mismo. Agradecido al club que le dio la oportunidad de debutar en la élite en Brujas, en Champions League, Iniesta se marcha por la puerta grande, sin que nadie le aparte. 

Andrés se niega a competir contra el que él mismo llama mi club. En busca de nuevas experiencias y siendo consciente de que el tiempo pasa para todos, buscará en tierras lejanas seguir amando tanto al balón como el balón siempre lo ha amado a él. Buscará seguir flotando y bailando entre líneas y defensas, marcando el ritmo del partido, trazando el último pase.

Se marcha del Barça decidido, preparado. Sin embargo, nosotros no lo estamos aún para dejar de ver cada fin de semana la magia que lo rodea, la magia que atesoran sus botas. Se fue Puyol, se fue Valdés, nos dejó Xavi su brújula poco tiempo atrás. Y ahora se va Andrés.

El círculo se va cerrando. Messi será lo que nos quedará. Pero maldito sea el tiempo, ¿en serio te vas Iniesta? ¡Oh capitán, mi capitán!